¿De dónde viene la tradición de los gigantes en Cataluña?

Asomarse por la ventana para poder ver la cabeza de un gigante y bajar deprisa a la carretera principal para unirse a la fiesta: ¿quién no lo ha hecho alguna vez?
Los gigantes de Cataluña son protagonistas en nuestra cultura, pero... si te preguntaran cuál es el origen de esta bonita tradición, ¿qué responderías? ¡No te preocupes! Nosotros te haremos un breve resumen y, de este modo, ¡podrás hacer correr la voz!

Nos remontamos en una Europa renaciente; concretamente, en el siglo XV. ¿Has escuchado hablar alguna vez del Corpus Christi? ¿O, de la fiesta del Corpus? Durante mucho y mucho tiempo ha sido una festividad religiosa muy reconocida por toda Europa. La temática de esta fiesta era, por un lado, rendir homenaje a nuestra naturaleza: se pedía que lloviera lo suficiente para que las cosechas hicieran que la temporada fuera buena y, de este modo, nadie muriera de hambre. Por otro lado, se usaban los gigantes para detallar de una manera amena y entretenida las Santas Escrituras, puesto que, en aquella época, mucha gente no sabía leer.

A medida que el tiempo ha ido pasando, la religión dejó de ser tan esencial y se convirtió en una celebración totalmente lúdica y festiva. De hecho, nos encontramos entre el siglo XVI y XVIII, momento en que, por primera vez, aparecieron los primeros gigantes sin ningún tipo de vínculo con la mitología bíblica. Aun así, malas noticias... A causa de la fuerte represión borbónica de la época, los ayuntamientos se vieron obligados a confiscar gran parte de los bienes de los gremios; entre ellos, los gigantes.

Vamos avanzando en el tiempo hasta llegar al siglo XIX. ¿Y, sabes qué? Se realizó el primer concurso de gigantes nanos y monstros tipichs. Y pensarás... ¿cómo puede ser? ¿No los habían prohibido? ¡Sí! Pero, los aires del Renacimiento y el gran interés por el mundo folclórico incitaron a que los gigantes revivieran. Por ese motivo, en 1902, el Ayuntamiento de Barcelona organizó el concurso que te mencionábamos antes. Con él, se consiguió que los gigantes fueran más que un símbolo territorial: ¡todo el mundo hablaba de esta celebración!

La Guerra Civil fue un golpe inesperado, pero los gigantes salieron a la calle para participar en fiestas de la época, concretamente, en el renacimiento del Corpus (la fiesta de la Iglesia católica sobre la cual te hemos hablado al inicio). Por ese motivo, estas figuras empezaron a representar a los Reyes Católicos. Así pues, los gigantes sobrevivieron a la guerra hasta lograr estar presentes en la llegada de la democracia.
Aquí se marcó un antes y un después: las pandillas se consolidan como asociaciones y obtienen, de este modo, que el fenómeno de los gigantes se convierta en un movimiento de gran reconocimiento.

En definitiva, podríamos continuar explicando y haciendo recuentos sobre todos los encuentros que se celebran durante el año en diferentes barrios para sacar a pasear a nuestros amigos gigantes, pero nos estaríamos mucho más rato. Hasta aquí la historia del movimiento de los gigantes, una tradición muy catalana y, por lo tanto, muy nuestra.

Y, bien... ahora que ya sabes toda la historia de los gigantes, ¿a quién se la explicarás primero?