Continente y contenido en el seguro del hogar

Continente y contenido en el seguro del hogar

 


 

Si alguna vez has tenido que contratar un seguro de hogar, te habrás encontrado con los términos ‘continente’ y ’contenido'. ¿Pero sabes realmente el que significan y qué son las diferencias entre ellos?

No tener claro qué son estos dos conceptos puede llevar a malentendidos y a una cobertura inadecuada. Por eso, en este artículo te explicaremos qué es continente y contenido y qué papel tienen en los seguros del hogar. Asegurarte de tener la cobertura adecuada puede ahorrarte muchos problemas en el futuro.

¿Qué es el continente en un seguro de hogar?

El continente se refiere a la estructura física de la vivienda. Esto incluye paredes, tierra, techo, puertas y ventanas de casa tuya. También incluye elementos fijos como la instalación eléctrica, la fontanería y los sanitarios.

Otros elementos que se consideran continente son la pintura de pared, los toldos, y superficies construidas al exterior como la piscina, el garaje o el trastero. Como idea general, si volcaras tu hogar boca abajo, todo el que no cayera se considera continente. Como idea general, porque hay algunos elementos como el parqué, moquetas, o los muebles de la cocina que algunas entidades incluyen en Continente, y otras en contenido.

¿Qué es el contenido en un seguro de hogar?

El contenido hace referencia a todos los bienes personales y efectos que tienes dentro de casa. Muebles, electrodomésticos, ropa, joyas, vajillas, equipos electrónicos, obras de arte, etc., incluso la comida que guardas a la nevera. Si alguna vez has hecho una mudanza, piensa en todo el que te llevaste. Todo esto se considera Contenido.

¿El seguro tiene que cubrir continente y contenido?

Depende del perfil de la persona que contrata el seguro, esta puede cubrir continente o contenido.

Si se es propietario de la vivienda donde se vive, sea primera o segunda residencia, sin lugar a duda tiene que asegurar Continente y Contenido.

Si la persona que contrata el seguro es propietaria de la vivienda, pero lo alquila vacío a un tercero tendrá que asegurar el Continente, pero no el Contenido.

Por otro lado, si la persona que contrata el seguro es quien alquila la vivienda vacía para vivir, sea primera o segunda residencia, tendrá que hacer un seguro de Contenido. El Continente no es suyo y, por lo tanto, no lo puede asegurar. Ahora bien, sí se puede dar el caso que el inquilino pueda asegurar Continente. Si, de acuerdo con el propietario, ha hecho obras de reforma a la vivienda a cargo suyo, puede asegurar el importe de las obras como Continente con el concepto Obras de Reforma. Por otro lado, sin haber hecho ninguna obra, dado que la mayoría de los contratos de alquiler prevén que el mantenimiento de las instalaciones de la vivienda va a cargo del inquilino, la mayoría de los seguros de hogar ya prevén que pueda contratar una cantidad pequeña de Continente bajo la modalidad llamada “a primer riesgo”.

¿Qué cantidad se tiene que asegurar de Continente y de Contenido?

En primer lugar, es muy importante asegurar las cantidades correctas para que el seguro tenga la eficiencia que queremos.

En cuanto al Continente, tenemos que asegurar el valor de reconstrucción. O sea, en el peor de los casos si hubiera un incendio que destruyera completamente la vivienda, qué nos costaría volverlo a construir dejándolo tal como estaba. En función de los acabados y los materiales utilizados, el precio metro cuadrado de construcción puede ir aproximadamente entre los 1.000 y los 1.500 €/m.

Lo que no se debe hacer nunca es asegurar la vivienda por su precio de venta. Es una confusión habitual. El precio de venta de una vivienda incluye adquirir la propiedad del solar, sea completo o sea un coeficiente, y el precio de construcción de la vivienda. Si la casa o el piso es destruido completamente por un incendio, no perdemos la condición de propietarios, no lo tenemos que volver a comprar, lo que tenemos que hacer para volver a tener la casa o el piso como era, es reconstruirlo. Por eso, se tiene que asegurar el valor de construcción y nunca el valor de venta.

En cuanto al Contenido se sigue un criterio parecido. Tenemos que asegurar la cantidad que nos costaría volver a adquirir los mismos muebles, electrodomésticos, ropa, objetos, obras de arte, etc. que tenemos en casa. No una cantidad con que ya nos apañaríamos, sino que tenemos que asegurar la cantidad que responde al valor de las cosas que hay en casa.

A todos nos pasa que, si pensamos en todo el Contenido de casa en conjunto, somos incapaces de saber el coste que tiene. Por eso recomendamos hacer la valoración paso a paso, por ejemplo, habitación por habitación o por conceptos. Primero solo los muebles de una habitación, después de la otra, los electrodomésticos, los objetos de decoración... De este modo es mucho más sencillo hacernos cargo del valor y el coste que tendría volver a adquirir todo aquello que tenemos en casa.

En resumen, entender qué son y como se calculan el continente y el contenido es fundamental para asegurarnos que nuestra vivienda está correctamente protegida.

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