¿Qué son los "raiers"? ¿Qué hace tan única esta profesión?

¿Qué son los "raiers"? ¿Qué hace tan única esta profesión?

Durante los meses de verano, las cuencas de los ríos pirenaicos, como la Noguera Pallaresa, se llenan embarcaciones hechas de troncos que descienden por el río con el objetivo de transportar esta madera hasta un nuevo destino. Estos son los conocidos raiers, una profesión casi extinguida que, en su momento, fue un gran motor para el territorio y que ahora se ha convertido en patrimonio cultural. Pero, ¿qué son los raiers? ¿Qué historia hay detrás de esta profesión? ¿Por qué ya no existe?

Una profesión que navega en el tiempo

Los raiers son una profesión típica de las zonas de montaña y del Pirineo, donde la producción de madera era una gran actividad económica. Los “raiers” eran las personas encargadas de transportar esta madera hasta las llanuras, donde transformaba esta materia prima en muebles, vigas o tablones.

Los raiers eran mucho más que unos transportistas o navegantes, ya que también se encargaban de construir la embarcación, el rai, hecha de troncos y cuerdas. Es decir, los troncos que transportaban eran, al mismo tiempo, su medio de transporte. A través de la fuerza y la corriente del río, los rais descendían por las aguas, comandados por los raiers, hasta llegar a su destinación.

Tortosa era un destino habitual para los raiers de la Noguera Pallaresa. Una vez los rais habían realizado este descenso, se desmontaban para convertir los troncos en madera.

Por tanto, ser raier no era solo saber navegar: era dominar un oficio lleno de conocimientos sobre la madera, el caudal, las corrientes y la técnica necesaria para mantener la estabilidad del rai y llegar a buen puerto.

El orgullo raier

Ser raier era duro y peligroso. Passaban semanas en los bosques talando troncos, construyento los rais y, finalmente, descendiendo río abajo durante días enteros. Los rais debían superar corrientes y obstáculos naturales, y solo la experiencia y la coordinación del equipo evitaban accidentes.

Los raiers no solo transportaban madera, sino que conectaban territorios y sostenían la economía de muchas familias. Aun así, con el tiempo esta profesión fue desapareciendo. La construcción de embalses, que impedían la navegación, y la llegada de otros medios de transporte más rápidos, como el camión o el ferrocarril, hicieron que el oficio de raier se fuera extinguiendo.

Actualmente, el legado de los raiers sigue muy vivo en varias localidades. La más conocida es la Diada dels Raiers de La Pobla de Segur, que cada julio llena el río Noguera Pallaresa de rais. También, en Coll de Nargó se celebra una fiesta muy popular que homenajea este oficio y su importancia para el territorio. Ambas celebraciones son una oportunidad única para revivir esta profesión tan nuestra.