¿Por qué comemos panellets? ¿Cuál es su origen?

Con el otoño llega el frío, los días se acortan y empiezan a aparecer puestos de boniatos y castañas en las calles. Uno de los dulces que nunca pueden faltar en esta época del año son los panellets. Los hay de muchos tipos, desde los más clásicos hasta los más innovadores. Pero, ¿por qué comemos panellets? ¿Cuál es su origen?

Un dulce cargado de historia

Los panellets se han convertido en un símbolo de la castanyada y de la festividad de Todos los Santos, junto con las castañas y los boniatos. De hecho, cuesta imaginar la castanyada sin panellets.

Existen varias teorías sobre el origen de los panellets. Las más antiguas datan del siglo XVIII. Estas teorías dicen que los panellets estaban relacionados con los cultos funerarios que se celebraban la noche de Difuntos. En aquella época, era costumbre elaborar dulces que eran bendecidos en la iglesia y posteriormente llevados a las tumbas para honrar a los santos y a los difuntos.

También hay quien afirma que los panellets podrían tener un origen árabe, ya que guardan muchas similitudes con los dulces propios de esta gastronomía. Originalmente, se elaboraban con almendra y azúcar, ingredientes que introdujeron los musulmanes durante la ocupación de la península

Con el tiempo, los panellets se fueron popularizando, al mismo tiempo que perdían su carácter más religioso. Ya en el siglo XVIII, se han encontrado evidencias de ferias populares donde se sorteaban panellets, lo que demuestra la pérdida del carácter religioso de este dulce tan tradicional.

¿Por qué comemos panellets en otoño?

Por suerte o por desgracia, los panellets son un postre muy estacional. Aunque hay quien los come más allá del otoño, este dulce alcanza su punto máximo de consumo alrededor de Todos los Santos.

Tradicionalmente, los panellets tenían una razón de ser vinculada a la meteorología, ya que al ser una época de cambios climáticos y de transición hacia el invierno, la gente buscaba postres que les aportaran calidez y energía.

Una explosión de creatividad

Los panellets se han convertido en un lienzo en blanco para los pasteleros y, año tras año, vemos nuevas versiones con ingredientes que no dejan de sorprendernos y que se adaptan a las nuevas costumbres.

Aun así, los panellets no pierden su esencia: un postre que une generaciones, celebra nuestra cultura y perdura con el paso del tiempo.